El edificio de viviendas entre medianeras es un tema poco estudiado en facultad, y sin embargo es uno de los encargos más frecuentes y de los más "deseados" en la práctica profesional. Es verificable el empobrecimiento general de las propuestas de este tipo en las últimas décadas
Por reiterado y conocido, debería resultar un producto de buena calidad constructiva, tipológica y como componente urbano , y sin embargo en 10m x 40m pueden encontrarse variadas patologías, algunas que se repiten caso a caso.
No se trabaja desde hace unos años dentro de los programas de Enseñanza de Anteproyecto de
Arquitectura (Taller) y creemos conveniente retomar el estudio pensando que si bien puede ser banal para el marco propositivo de la Universidad de la República es motor de todos los días en los espacios de producción.
La arquitectura de producción está vinculada a los medios de producción, inmobiliarios, y de inversión pública. Y la arquitectura de proposición debería adaptarse a éstos, al medio, a sus posibilidades y expectativas.
Es tiempo de volver a mirar críticamente la arquitectura de todos los días desde el ámbito académico, la que construye ciudad, duradera por decenios o más y, la que alberga vidas, historias, en un Uruguay netamente urbano y cuya tendencia de crecimiento de población ciudadana va en aumento. Seguramente el total de la población de Montevideo urbano cabe cómodamente en solo un sector de la extensión de Montevideo , y en edificios de hasta 4 pisos: Precisa entonces la ciudad seguir creciendo de esta manera desaforada, creando más unidades habitables con el gasto energético que eso supone y vaciando otras con las infraestructuras ya instaladas? Colapsará en algún momento esta forma de crecimiento?
En general el edificio tal cual se materializa hoy no da respuestas a necesidades prácticas. El encargo, desde la política del especulador e inversionista no es necesariamente producto de un conocimiento de las posibles maneras de habitar, pero, entonces ¿no debería ser lo más flexible posible?.
Este edificio alberga promedialmente 60 personas por padrón, 600 habitantes por manzana.
Cambios en la estructura familiar, en los hábitos, actividades que tenían lugar en espacios públicos se han trasladado al hogar, y otras han migrado en sentido inverso. Las transformaciones son más aceleradas debido a los adelantos en las comunicaciones.
La vivienda como hecho técnico, social y psicológico no es ajena a estos procesos. Integra un proceso en pleno desarrollo.
Los ciudadanos son los usuarios de estas patologías, no son ajenos a ellas y cada vez son más concientes de su identificación, no deberíamos adelantarnos desde nuestra disciplina?
Creemos pertinente cambios en la normativa edilicia existente, que favorece hoy en día los
escalonamientos volumétricos en todos los sentidos.
Será expresión de éxito o fracaso social el edificio de viviendas?
Enriquece a pocos inversores de manera millonaria. Y no favorece a los usuarios que pagan mucho por ello. Es posible aún revertir estos proceso en ciudades sin normativa o donde aun no se ha liberado la altura edilicia.( Por ejemplo podrá suceder si Punta Carretas pasara de altura máxima 9m a 18m).? Cómo controlar ese proceso de cambio tipológico lo más dignamente posible? Consideramos pertinente la investigación ya que supone volver a mirar un padrón banal, que carece a priori de intereses académicos pero que conforma la ciudad día a día y en el cual gran parte de la población montevideana vive o ha vivido